Diciembre

Llegó el último mes del año, ese que para todos es bastante caótico. Al calor agobiante se le suman las miles de reuniones y despedidas de fin de año, los finales de la facultad, la organización de dónde, con quién y qué comer para Navidad y Año Nuevo.

Pero sumado a todo esto, este diciembre me encuentra de mudanza.

Por primera vez en mi vida me mudo. Con mi familia dejamos este departamento que tanto amamos, en el cual viví toda mi vida, el que esta lleno de recuerdos y de anécdotas; pero nos vamos a eso que soñamos y fantaseamos siempre. Una casa grande, con patio, pileta, parrilla, una habitación para cada uno, un living enorme para hacer reuniones. Una nueva etapa que con muchísimo sacrificio logramos, creándola a nuestro gusto, eligiendo los pisos, dónde poner las paredes, eligiendo las luces, la pintura, los muebles, peleando con los albañiles, usando términos que no solíamos decir como durlock, sintético, encuadre, enduido, etc.

Después de varios meses de colapso, de tomar decisiones, de sacar cuentas, llega la etapa de disfrutar. De rearmar el hogar, de dejar de ver cajas por todos lados para ver todo en su nuevo lugar.

Que diciembre movidito nos espera...