Un año quiebre
- Macarena Ismach
- 31 ago 2016
- 2 Min. de lectura
Hoy hace exactamente un año que empecé a trabajar. Fue un año repleto de nuevas experiencias, algunas lindas y otras no tan lindas. Sin dudas aprendí un montón de cosas.

Una de las cosas que más disfruté de estos 12 meses en el Diario fue compartir todos los días con mis compañeros, ese grupo llamado "Los Pibitos de Clarín" que siempre están para sacarte una sonrisa con cualquier tontería, esos que nunca me hicieron sentir la nueva, con los cuales comparto las tardes a pura risa, haciendo de cuenta que trabajamos mientras nos divertimos.
Esa sensación de preparar una nota e ir entrevistar a alguien no se compara con nada, por más mal que estés, eso te desconecta, hace que te olvides de todo por un rato. Sólo pensas en qué preguntarle a tu entrevistado y en nada más. Después al momento de desgrabar volves a disfrutar esa entrevista y aunque después te digan que esa nota no sale por X motivo, vos ya la disfrutaste; te da pena porque los entrevistados se ilusionan con salir en el diario pero comprenden que no es una decisión tuya. Aunque muchas veces te enojas, entendes que la mecánica es así.
No todo es color de rosas, hubo varios días que salí de la redacción pensando que sería el último, varios días que volví a casa planteándome no volver, pero me di cuenta que poniendo en la balanza esas cosas feas y por el otro todo lo que disfruto de mi trabajo, de hacer lo que me gusta, de conocer gente nueva y talentosa; pesaba más lo lindo que lo feo. Si me tuviera que ir hoy, el porcentaje sería 75% positivo.
En este año crecí mucho, aprendí un tipo de responsabilidad que no conocía. Tuve que aprender a manejar mis horarios, mi plata, mis entregas. Empecé a emplear ciertas palabras que me eran ajenas: jefe, editor, recibo de sueldo, renovación, internos, recursos humanos, francos, líneas, cierre...
Sin dudas es una experiencia que voy a recordar por siempre, con sus cosas lindas y feas. Con esos días en los que volví a casa feliz de hacer lo que amo y con esas vueltas llorando sin ganas de volver.
Comments